Hace un buen tiempo que no reseñamos un videojuego, cosa que solo se hizo una vez cuando hablamos de Final Fantasy Tactics Advance, así que ya es hora de volver a adentrarnos al mundo del entretenimiento hecho con pixeles. Como ya se puede leer en el título, hablaremos de un juego reciente, uno de los lanzamientos más esperados de Nintendo y del que se hicieron muchas expectativas y su recepciones fue bastante mixta.
Princess Peach: Showtime!, desarrollado por Good-Feel, era uno de los tres grandes lanzamientos planeados por Nintendo que se anunciaron en 2023. Los otros dos eran Super Mario Bros. Wonder y el remake de Super Mario RPG. Mientras que estos dos juegos vieron la luz ese mismo año, el protagónico de la princesa Peach tuvo que esperar hasta el 22 de marzo de este 2024. El revuelo causado por este videojuego debe a que es el segundo protagónico de la emblemática princesa de Nintendo, algo que no se había visto desde 2005 cuando salió para la Nintendo DS el juego Super Princess Peach. ¿Qué tal es el juego? ¿Ha valido tanta espera? Vamos por partes.
Una noche en el Teatro Esplendor
La historia inicia con nuestra princesa recibiendo una invitación especial al Teatro Esplendor para presenciar sus numerosas obras. De inmediato, con un par de Toads y una maleta, Peach parte a la isla donde se encuentra el teatro. Ahí es recibida por los habitantes del lugar, unos curiosos personajes cuyas narices brillan de diferentes colores según sus emociones y reciben el nombre de bambalinos. Sin embargo, antes de que inicie la función, el lugar es invadido por la malvada Grape y sus esbirros: la Compañía Malaúva cuyo plan es… es… bueno, no queda muy claro, pero toman el control del teatro y comienzan a alterar todos los espectáculos, destrozando los escenarios, cambiando los guiones y secuestrando a las estrellas del Teatro Esplendor: los Esplendis. Tras el ataque y quedar atrapada en el teatro, Peach conoce a Lucy, que es algo así como la guardiana del lugar y es capaz de usar el Poder del Esplendor para influir en las obras y algunos objetos. Es así como nuestras heroínas emprenden su cruzada contra la Compañía Malaúva.
Como todos los juegos que conforman la saga de Mario Bros, Princess Peach: Showtime! sigue la tendencia de jugarse mediante niveles temáticos distribuidos en diferentes “mundos” que en este caso son las obras presentadas en el teatro. Ahí radica lo mágico de este juego, que si bien nos paseamos por el teatro y todos sus pisos, esto funciona como un mapa para elegir a que obra queremos entrar. La acción ocurre dentro de las mismas obras de teatro que comienzan a ser alteradas por la compañía Malaúva, quienes reescriben las historias, se roban la utilería o agregan sus propios elementos los cuales afectan a los bambalinos. Quienes podrían detener a los malvados secuaces de Grape son los Esplendis, algo así como los protagonistas de cada obra, pero ya que estos han sido secuestrados, es Peach quien toma ese papel principal canalizando el poder de cada personaje gracias a Lucy.
¡Peach a escena!
El juego posee una cantidad de 30 niveles esparcidos por los 6 pisos del Teatro Esplendor. Estos niveles se dividen en 3 por cada transformación además de 5 escenarios especiales que consisten en la batalla con cada jefe. Como es de esperar, cada transformación además del aspecto visual, viene acompañada por su propia mecánica de juego necesaria para superar los desafíos de sus escenarios. Y aunque hay algunas parecidas entre si, todas tienen algún aspecto que las hace diferentes. Vamos a verlas una por una.
La primera es Peach espadachina, en unos niveles inspirados en los cuentos de castillos y caballeros. En esta transformación, Peach tiene una espada para atacar a sus enemigos, pero además de realizar ataques lineales, tiene una estocada hacia arriba y dos habilidades de defensa, una que bloquea el ataque enemigo y otra que lo esquiva con un salto que permite hacer un contraataque.
Peach repostera es capaz de saltar y muy bajito. Con esta transformación notamos una mecánica de juego totalmente distinta a las demás. En estos niveles no hay enfrentamientos; sino que tenemos una serie de minijuegos que consisten en decorar pasteles y hornear galletas a contrarreloj. Por su parte, Peach ninja tiene la habilidad de esconderse entre las hierbas altas, bajo el agua o camuflarse frente a determinados muros. En estos niveles el combate debe ser sigiloso y se combina con segmentos de acción rápida.
Siguiendo con los combates mano a mano, Peach superheroína posé un traje que le otorga fuerza sobrehumana y es capaz de dar golpes duros o de cargar a algunos enemigos y así proteger a sus aliados. Algo similar es Peach kung-fu, solo que en vez de golpes, ella va dando patadas a los esbirros de Grape, a quienes enfrentamos por montones en estos niveles.
Peach vaquera en vez de disparar un revolver utiliza un lazo para atrapar a los enemigos y atraer barriles que sirven de proyectiles. Pero su mayor atractivo es la aparición de un caballo que nos ayuda a cruzar los niveles inspirados en películas western. Similar a la ninja, Peach Furtiva basa sus escenarios en el sigilo y evita el combate directo; para lograr esto, nuestra princesa adquiere la habilidad de colgarse a unos drones y de hackear robots enemigos y cerraduras.
Dejamos al final tres transformaciones que tienen mecánicas muy distintas a las anteriores. Peach patinadora, además de un atuendo que nos recuerda a Elsa de Frozen, basa su jugabilidad en realizar giros y saltos cuando unas proyecciones en el hielo lo indican. Los niveles de Peach detective se tratan de resolver pequeños acertijos y misterios mediante el análisis del entorno y las entrevistas con los bambalinos a nuestro alrededor. Finalmente, con Peach sirena tenemos la habilidad de controlar peces con el canto de nuestra protagonista y así superar los obstáculos del escenario. Además de tener un minijuego de ritmo.
Las batallas con los jefes, por el contrario, no hacen uso de ninguna transformación. Seremos solo nosotros y nuestra habilidad para hacerles frente a las creaciones de Grape las cuales, como no podía ser de otra manera, son muy diferentes. Por ejemplo, el primer jefe es un ave llamada Discorraco que nos ataca arrojando huevos y para golpearlo tenemos que regresarle sus proyectiles. El segundo jefe es una víbora gigante llamada Luminíbora; para enfrentarnos a este enemigo, tenemos que evitar que nos vea mientras subimos una torre en la cual debemos destruir unos fusibles. Si hay algo que no podemos negar en este juego, es que tiene variedad en su jugabilidad, pues cada nivel tiene sus propias mecánicas y lo mismo ocurre con los enfrentamientos contra los jefes.
Pero si esto no es suficiente, el juego también cuenta con más desafíos. Primero, en cada piso del teatro tenemos un minijuego inspirado en una de las obras que hemos superado. También tenemos un álbum de imágenes que se llena al recolectar todas las esplendoritas (unas estrellas escondidas en todos los escenarios) en cada obra. Y para el postgame, hay varios desafíos. Por un lado, debemos encontrar a los aprendices del Esplendi Ninja que se han ocultado en todas las obras. Por el otro, están las batallas con los jefes, pero en esta ocasión se nos dan algunos requisitos para conseguir nuevas recompensas. Todo esto sin mencionar la tienda de vestidos para cambiar los atuendos de Peach y Lucy.
Escenario y vestuario
Tanto en los videojuegos como en el teatro, el apartado visual es muy importante y Princess Peach: Showtime! sin duda se destaca en esto. Empezando con la arquitectura del Teatro Esplendor, un edificio que si bien es sencillo y su función es la de actuar como selector de niveles, resulta muy armónico y agradable a la vista.
Sin embargo, la mejor parte se encuentra en los diferentes niveles que recorremos. Ya que estamos dentro de una obra, la estética de los diferentes escenarios está basada en este concepto y entre pantalla y pantalla nos encontraremos con el telón a cada lado, los objetos alrededor de Peach y algunos enemigos, están hechos de cartón y madera. Incluso algunos elementos tienen los hilos que parecen moverlos como si se trataran de marionetas gigantes. La conjunción de todos estos elementos otorgan al juego un ambiente especial que consigue su objetivo y da la impresión de que Peach está dentro de la obra misma.
El diseño de los trajes es algo que me pareció sobresaliente, aunque algunos resultan más espectaculares que otros. Durante las animaciones de cada transformación, podemos ver a detalle los trajes de Peach, cada uno de estos con su propio carácter. El único que no me termina de convencer es el de detective, me parece un tanto sencillo. Por el contrario, mis favoritos fueron los trajes de espadachina, ladrona y, por supuesto, sirena.
Los enemigos no se quedan atrás. Si bien los esbirros de la Compañía Malaúva son todos iguales, no podemos pasar por alto que siempre aparecen vestidos según la obra que invaden. En la obra de la vaquera, son forajidos; en la obra de superhéroes, aparecen como extraterrestres y así según sea requerido. Pero es en los jefes de cada piso que vemos un diseño más creativo ya que todos representan algún elemento del teatro que ha cobrado vida y adquieren un aspecto animal. Mi única pregunta es con Discorraco, ¿qué tiene que ver una bola disco con el teatro?
En cuanto a la música, creo que es el punto en el que menos destaca el juego. Si que es agradable y se adapta según los momentos que se presentan, pero creo que carece de una melodía emblemática. Otro detalle, es que en algunas secciones se vuelve repetitiva, solo con algunas variaciones que se ajustan a la temática de cada obra.
El ojo del crítico
Ya hemos señalado muchas cosas positivas del juego, que en general me parece algo interesante para la saga y divertido al variar la clásica fórmula de la saga Mario Bros., sin embargo, siento que se queda algo corto comparado con sus hermanos mayores Wonder y RPG. ¿Esto vuelve a Princess Peach: Showtime! un juego malo? Para nada, pero si le resta puntos.
Lo que más se le podría criticar es su baja dificultad. La mayoría del juego se siente muy sencillo; tiene algunos detalles que le dan algo de reto, en especial cuando se trata de encontrar algunas esplendoritas y ya sea por la velocidad a la que avanzas o porque no se exploró todo el nivel, puedes dejar algo en el camino. Así mismo, los requisitos para las batallas con los jefes en el postgame aumentan el desafio. Esta baja de dificultad la noté especialmente en las obras de la detective. Aunque claro, debemos tomar en cuenta que el público objetivo no son los jugadores veteranos, sino los más jóvenes del hogar.
Otro aspecto negativo aunque ya es algo común en los juegos de Switch es el bajón de calidad que se da en algunas cinemáticas. Esto no siempre ocurre y no lo noté durante los niveles o las batallas contra jefes, pero por algunos momentos las cinemáticas se miran algo borrosas. Este detalles es meramente visual, no afecta en nada a la jugabilidad y esto lo noté usando la consola en forma portátil, desconozco si ocurre en la televisión.
Otro punto negativo vendría a ser la duración. El juego se siente corto y buena parte de los niveles son breves, en especial los últimos donde tenemos que liberar a los Esplendis. Esto medio podría compensarse con las veces que habrá que repetir cada escenario por alguna esplendorita que nos falte. Por otra parte, el precio igual es un aspecto negativo, ya que vale lo mismo que un juego triple a de Nintendo Switch. Debería ser más económico, como es el caso de Mario vs. Donkey Kong o los WarioWare.
En resumidas cuentas, Princess Peach: Showtime! me parece un videojuego divertido con el cual debemos tener en cuenta que no es un gran reto como podrían ser otras producciones de la compañía. Nintendo y Good-Feel ofrecen un juego que cumple con ser entretenido y vistoso pero que no aspira a revolucionar la industria. Y por supuesto, que puede disfrutar toda clase de jugador, desde los más pequeños que apenas inician en este tipo de entretenimiento como los más experimentados que simplemente buscan algo para variar y descansar un poco de videojuegos más exigentes. Bien vale la pena darle una oportunidad.
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