viernes, 16 de septiembre de 2022

De La Odisea a La Sirenita

Ahora que las sirenas vuelven a estar en boca de todo mundo gracias a Disney (que raro, la casa del ratón hace algo polémico) veo buen momento para retomar este trabajo que hice en mis años de universitario, aunque claro, sin el rigor que mandan las directrices que nos exigen en las aulas y con un estilo más apegado a lo acostumbrado aquí. Por supuesto, mantenemos todo el contenido importante y sus debidas obras de referencia.

¿De dónde vienen las sirenas?

 

La mitología griega es basta, quizá demasiado, y entre todas esas historias de héroes luchando contra monstruos y dioses con prácticas sexuales muy… cuestionables, tenemos a unas criaturas que a la fecha son muy populares y ya forman parte de la cultura popular: las sirenas. Sin embargo, estas criaturas no tenían el aspecto que hoy en día predomina en la memoria colectiva.

 

Odiseo ante las sirenas
Las sirenas son mencionadas por primera vez en La Odisea de Homero, para ser específicos en el canto doce y se refiere a ellas únicamente en dos ocasiones; primero, alrededor del verso 37, cuando Circe advierte a Odiseo del canto de las sirenas y de cómo evitar sus efectos; segundo, desde el verso 165 hasta el 192, donde se narra el célebre episodio de Odiseo al pasar frente a la isla de las sirenas, haciéndose amarrar al mástil de su barco y tapando los oídos de sus compañeros con cera. ¿Por qué? Porque el señor héroe quería escuchar su canto. Lo curioso del asunto es que Homero no menciona cómo son y esto ha dado a que cada autor represente este episodio según su versión de las sirenas que más le guste. Pero me estoy adelantando.

 

Antes de continuar, debemos aclarar un detalle: los griegos no tenían una versión fija de sus mitos. Si bien todos estaban de acuerdo con los nombres de dioses, héroes y demás seres, las historias de estos eran variadas. Ni siquiera los árboles genealógicos eran algo establecido. Así que cada autor podía narrar los sucesos a su manera, es por esto que los autores trágicos bien podían retomar un mismo episodio mitológico y mostrarlo a su manera.


Seguimos nuestro recorrido con Apolonio de Rodas Aparecen y Las Argonáuticas, obra que data del cercano siglo III antes de Cristo. Esta narración, como su nombre lo indica, trata sobre Jasón y sus amigos los argonautas en su cruzada para conseguir el vellocino de oro. ¿Saben quiénes más aparecen aquí? Exacto, las sirenas, quienes tienen una batalla de musical con Orfeo. Aquí, al igual que en La Odisea, su aspecto no es descrito y solo se habla de su habilidad para hechizar a la gente mediante el canto para así darles muerte a los marineros despistados.

Pero entonces, ¿cómo eran las sirenas? Para saber esto tenemos que remontarnos al año 412 antes de Cristo. Uno de los tres grandes trágicos griegos, Eurípides, en su obra Helena les tiene asociadas con Perséfone (esto es importante) y son descritas como seres alados. Así es, las sirenas no siempre fueron esas simpáticas y atractivas mujeres con cola de pez. En sus orígenes eran criaturas con aspecto de ave y rostro de mujer. ¿Y que tienen que ver con Perséfone? Bueno, como ya establecimos, los griegos no tenían una versión definitiva de su mitología. Entre las variantes del mito, se dice que las sirenas eran compañeras de Perséfone y le acompañaban al momento de su rapto realizado por Hades. Aquí existen dos variantes, por un lado se menciona que ellas pidieron ser transformadas en aves para buscar a Perséfone y por el otro se cree que fue Deméter quien las transformó a modo de castigo. ¿Y cómo terminaron atrapadas en una isla en medio de la nada? Fácil, porque después de ese asunto con Hades, las sirenas tuvieron la gran idea de retar a las Musas a un concurso de canto y perdieron, siendo desterradas a dicha isla.

 

Entonces, ¿por qué cola de pescado?

 

Por un error de traducción. Esa es la respuesta corta. Si quieres saber más, sigue leyendo.

 

La caída del Imperio Romano trajo consigo muchos cambios al mundo, siendo el primero de estos la Edad Media, una época que además de ser dominada por el pensamiento cristiano y los abusos de los señores feudales, propició el surgimiento de muchos reinos que con el paso de los años se volvieron los países que actualmente conocemos y el origen de las lenguas romances que, por si no lo sabes, son todas aquellas lenguas que derivan del latín.

 

En esta época existían los famosos bestiarios, obras en donde se recopilaban datos sobre todos los seres que se creía existían en el mundo. Justo en uno de estos, el Liber monstrorum de diversis generibus se describe por primera vez a las sirenas como unos seres con torso de mujer y cola de pez, imagen popularizada hasta la fecha. Que esto se deba a una error de traducción es una suposición que no suena nada descabellada. Tomemos en cuenta que este libro es de origen anglolatino, por lo tanto se escribió en latín mientras que las obras donde mencionaban a las sirenas estaban escritas en griego. En dicho idioma, la palabra ala se escribe así: πτερóω; mientras que aleta se escribe así: πτερύγιο, lo cual da fuerza a la hipótesis de que este cambio en las sirenas se debe a un error de traducción y deja pensando en cuantas cosas no se habrán cambiado de otras obras gracias a estas traducciones erróneas.

Las primas lejanas (y muy lejanas) de las sirenas.

Algo muy común cuando se comparan diferentes mitologías o relatos religiosos, es que se encuentran similitudes entre estos aunque tengan diferentes orígenes geográficos. ¿Tú crees que solo la Biblia habla sobre una diluvio que arrasó con el mundo? Pues no. Dicho diluvio también aparece en la mitología griega tras el robo del fuego realizado por Prometeo, o en los mitos mexicas que indican como una de las edades de los hombres terminó con un diluvio. Y así se encuentras muchos relatos con un episodio similar. Pues bien, con las sirenas pasa una cosa parecida, aunque no todas son unas mujeres peligrosas que solo buscan manipular a los incautos para llevarlos a su muerte.

Tenemos a la llamada ceasg, una sirena proveniente del folclore escoces. Estas poseen una cola de salmón y aunque tenían fama de mentirosas, se decía que si un pescador lograba capturar a una, esta podría concederle tres deseos, o bien, el matrimonio también era posible y además de obtener grandes fortunas, la ceasg siempre protegería a sus descendientes humanos una vez que regresara al mar.

Merrow dibujada por Genzoman

Las merrow son sirenas provenientes de Irlanda, con el detalle de que en esta especie existen tanto hembras como machos, con diferencias muy marcadas. Ellas son descritas con largos cabellos verdes, ojos verdes o azules y una capa roja con la cual pueden atravesar las corrientes marinas. Los machos, en cambio, vendrían a ser más bien feos con brazos cortos, una nariz larga y roja, ojos pequeños y dientes verdes. Ah, y también tienen su cápita roja. Estos seres, a diferencia de sus primas griegas, eran amables y amistosos con los humanos.

 

En cambio, los nórdicos tienen a Margygr, una especie de sirena malvada con un aspecto más parecido al de un monstruo con orejas parecidas a cuernos, boca grande y unos manos toscas con dedos palmeados. Y para sirenas poco atractivas, tenemos a las ningyo de origen japones. ¿Por qué digo eso? Porque básicamente son peces pero con rostro de mujer, aunque a diferencia de la Margygr, estas son amables y te advierten de los peligros en tu viaje. Y si te comes a una ningyo, se te otorgará la juventud eterna.

La ningyo japonesa


Mami Wata
La Sirena Chilota
















En Latinoamérica tenemos a la sirena chilota perteneciente a la mitología de Chiloé, propia del sur de Chile. Según su leyenda, tiene la tarea de cuidar a los peces y junto a sus hermanos Pincoya y Pincoy lleva los cuerpos de las personas ahogadas hacia el Caleuche, un barco fantasma. En México se tiene a la Tlanchana, una reina mitad mujer y mitad serpiente marina que gobernaba el Valle Matlazinca muchos años antes de la llegada de los aztecas. Solo que su carácter era algo inestable, lo mismo estaba de buen humor para permitir a los hombres una buena pesca o se obsesionaba con algún que, de rechazar su amor, lo enredaba con su cola y lo ahogaba en el lago. Y para todos aquellos que están muy enojados con Disney por la próxima película de La sirenita, también existe una deidad acuática africana llamada Mami Wata. El asunto con ella es que, como los griegos, su apariencia y atributos parecen variar según quien o donde se le rinda culto; entonces Mami Wata tanto tiene forma humana, como puede ser una mujer con la mitad inferior de pez o de serpiente, o manifestarse de la manera en que le dé la gana.

La Tlanchana


Sirenas y otras historias (de como cada autor las presenta como quiere).

 

Si hay algo que caracteriza a la práctica creativa, es que cada autor o artista le imprime su propia identidad a algo ya conocido. Supongamos que cinco pintores quieren hacer un cuadro de Odiseo enfrentando a las sirenas. Cada uno lo hará a su técnica y estilo. O bien, que sean cinco escritores quienes deben reimaginar dicho episodio; pasaría lo mismo y cada quien lo narraría a su manera. Esta es una práctica habitual en las artes, se toma algún concepto, algún personaje, una historia completa o un episodio de esta y se manifiesta según el contexto social o gustos personales del autor o autora. Pero bueno, veamos algunos ejemplos de cómo las sirenas pasaron de ser malvadas mujeres devorahombres con cuerpos de aves a las doncellas marinas con cola de pescado con personalidades muy variadas.

Melusina en el logo de Starbucks
Para finales del Siglo XVI, tenemos la historia de Mélusine escrita por Jean d´Arras. Si bien Melusina no se trata de una sirena como tal, sino que es un hada con una cola de serpiente o de pez… con alas. Por aquellos tiempos los seres fantásticos eran una mezcla de animales muy rara. De manera muy breve, podemos decir que Melusina termina como esposa del conde Raimondino bajo una sola condición: dejarla sola todos los sábados, pues era el día en que ella se transformaba. Respetando el pacto, el conde se vuelve un hombre muy rico y poderoso, hasta que incitado por su hermano, espía a Melusina durante uno de sus baños y queda aterrorizado por la imagen de su esposa transformada en “sirena”. Por cierto, es casi seguro que conozcas una de las representaciones de Melusina, porque su imagen es utilizada por una cadena de cafeterías llamada Starbucks.

 

La popular adaptación de Disney
Mucho más famosa resulta “La sirenita” de Hans Christian Andersen, publicada por primera vez el 7 de abril de 1837 y que la verdad no es nada difícil de encontrar. Este cuento de hadas narra la historia de una joven sirena que vive en el palacio de cristal de su padre, el rey del mar. El día de su cumpleaños número quince se le permite ver el mundo de la superficie y casualmente encuentra un barco en el cual viaja un príncipe al cual rescata cuando, en un nuevo ataque de casualidad, la nave naufraga. Enamorada del príncipe, acude a la bruja del mar para obtener piernas, aunque cada paso le provocaba fuertes dolores y ni hablar que tuvo que renunciar a su voz. Sin embargo, todo esto es inútil, pues el príncipe termina casado con otra mujer; en su tristeza, la sirenita se arroja al mar donde su cuerpo se disuelve pero en lugar de terminar como espuma, se transforma en una hija del viento. Sí… aquí no hay final feliz como en la versión de Disney, ni un cangrejito playero llamado Sebastián ni mucho menos cantan “Bajo del mar”.

 

Me atrevo a decir que el cuento de Andersen es la historia sobre sirenas más popular y reconocido en el mundo, mucho más que el célebre episodio de La Odisea. Lo que no tengo claro es si esa fama se debe al cuento en si o es gracias a la película de Disney de 1989. Estoy casi seguro que así es. Aunque claro, esta no es la única adaptación a película, existen varias versiones cinematográficas, como una animación japonesa de 1975 y otras tantas versiones que para bien o para mal, no son tan populares como la cinta animada de Ariel. Si hasta Ghibli hizo su propia película basada (de manera muy vaga) en este cuento, la cual llamó Ponyo y el secreto de las sirenas.

 

Y ya que hablamos de cine, tenemos La Sirène, cortometraje francés de 1907; las apariciones de sirenas en las diferentes adaptaciones de Peter Pan; la película Splash protagonizada por Daryl Hannah y Tom Hanks en la cual ambos personajes están enamorados desde niños y ella adquiere piernas al pisar la tierra firme. También está Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides, donde se presentan con una gran belleza capaz de hechizar a los marinos con su rostro para darles muerte y cuyas lágrimas son necesarias para obtener el Agua de Vida. ¿Por qué? Ese es un misterio sin resolver de la película. Como no podía faltar, están las varias películas de Barbie donde ella es una sirena y hasta una largometraje de Sabrina, la bruja adolescente en el cual conoce a una colonia de sirenas (y sirenos) en Australia que sufren problemas de salud a causa de la contaminación.

 

Si mencionamos sirenas y ecología, es momento de cambiar de medio para hablar de The little trashmaid de s0s2, un webcómic protagonizado por una sirena moderna que se hace amiga de un chico humano quien le enseña poco a poco sobre el mundo de la superficie. Y por sirena moderna quiero decir que es una criatura adaptada a la contaminación de los océanos que así como viste bolsas de plástico, come colillas de cigarro o envoltorios de frituras. También tenemos Lecciones de natación para una sirena, creado por Yongchan. En esta historia conocemos a Choa, una sirena incapaz de nadar y que desde su infancia tuvo que ir a vivir con su padre en tierra firme como una humana, esto hasta que por accidente su compañero de clases Soo descubre su secreto. Por suerte, él en vez de correr a la prensa local, se ofrece a darle clases de natación. Y esto solo por mencionar ejemplos.

 

Ahora que si prefieres leer en papel, están las diferentes adaptaciones a comic de La Odisea que cuentan con sirenas aladas o con escamas, según la decisión de cada ilustrador. Para los fans de Disney, en especial de Ariel, existe un comic que adapta la historia de la película animada de 1989. Entre otros ejemplos que encontré durante esta actualización, me topé con Sirenas borrachas de Kat Leyh. Publicada en 2021 es una historia sobre… sirenas borrachas, tal como lo dice el título, una tercia de amigas con una afición por el licor que rescatan de los barcos hundidos. Su gusto es tal que mediante magia deciden ir al mundo humano a abastecerse de alcohol, solo para descubrir que no pueden romper el hechizo que las volvió humanas.

 

Y esto lo pongo como una curiosidad que encontré mientras realizaba la investigación, pero me hizo tanta gracia que era menester mencionarlo. El numero 139 de la serie Superman de 1960 nos muestra al kriptoniano transformado en un sireno. Dicho numero marca el regreso, según encontré, de Lori Lemaris, una habitante de la Atlantida que es una sirena y en algún momento fue novia de Superman. Pero el superhéroe no es el único que tuvo esta transformación, un año antes en el numero 12 de su propia serie, Lois Lane sufre un accidente mientras bucea, sus piernas terminan destrozadas y sus pulmones colapsan. Aquaman la rescata y al llevarla con un doctor, la única manera de salvarla es una operación para volverla una sirena. Sí, ya sé que suena muy extraño. ¿Qué se fumarían los autores de estas historias?

 

En el mundo otaku tenemos varios ejemplos de sirenas. Está Mermaid Saga de Rumiko Takahashi que retoma el mito de las ningyo y su carne que otorga la vida eterna. Su historia trata sobre Yuta, un inmortal de 500 años que busca por todo Japón a una sirena que pueda regresarle su mortalidad y en su viaje se encuentra a Mana, una joven que fue obligada a comer carne de sirena. Luego tenemos a Pet Shop of Horrors que en uno de sus episodios presenta a una sirena idéntica a una cantante recién fallecida. En historias mas felices, está Seto no Hanayome, una comedia romántica sobre una sirena llamada Sun Seto que rescata a un chico llamado Nagasumi de morir ahogado. El detalle es que ella pertenece a una familia de yakuzas marinos y para preservar el secreto de su existencia, Nagasumi debe elegir si casarse con Sun o dejar que lo asesinen junto a su familia. También tenemos la saga de Mermaid Melody de Michiko Yokote, protagonizada por Luchia Nanami quien debe buscar a las demás princesas sirenas para resucitar a la Reina del Agua y detener al malvado Gaito que busca conquistar tanto la tierra como el mar. Entre otras historias más.

Splash Woman de Mega Man 9
Por ultimo y para no dejarlas fuera, podemos mencionar algunos videojuegos con sirenas. Tenemos la saga de Mega Man en cuya novena entrega debuta Splash Woman como una de los ocho robots maestros. De igual manera fungen como enemigas menores en la saga Shantae, así como un jefe llamado Giga Mermaid y una transformación de la protagonista es precisamente una sirena. Otro ejemplo es Nami de League of Legends, aunque no es presentada como tal solo basta ver su aspecto para darnos cuenta de en qué se inspiraron.

Nami de League of Legends
 

Sirenas para todos los gustos.

 

Como podemos ver, no existe una manera correcta de representar a las sirenas, en primer lugar tenemos que su aspecto no siempre fue el mismo y cambió en un punto de la historia. Ahora, que existan estos cambios tanto de su físico como del comportamiento no son malos. Ya esto depende de artista que decide si añade u omite características. ¿Es valido esto? Pues sí, ya sea el mito griego o los relatos de los marineros, el mismo cuento de Andersen o la sola descripción del bestiario, toda obra puede tomar a estos personas y adaptarles a los tiempos de cada autor o sus propios intereses. Esto es algo que en vez de quitarle valor nos permite conservar un relato o algún personaje con mayor facilidad por mucho más tiempo, además, esta variedad permite que puedas encontrar la representación que te guste más. Y si conoces alguna sirena más que no mencioné, me gustaría que comentaras sobre ella.

Shantae y su forma sirena

Bibliografía.

Homero, La Odisea. Porrúa. México, 29a ed., 2007.


García Gual, Carlos, Diccionario de mitos. Siglo XX de España, Barcelona, 2a ed., 2004.


Julien, Nadia, Enciclopedia de los mitos (trad. José Antonio Bravo). Océano, México, 1997.


Grimal, Pierre. Diccionario de mitología griega y romana (trad. Francisco Payarols). Paidos, Barcelona, 7ª ri., 1994.


Izzi, Massimo. Diccionario ilustrado de los monstruos, ángeles, diablos, ogros, dragones, sirenas y otras criaturas del imaginario. Alejandría, España, 1996.


Conway, D.J., Magickal mermaids and water creatures: invoke the magick of the waters. Carrer Press, 2005.



2 comentarios:

  1. Fue una entrada bastante interesante. Muchas de las variantes mitológicas y literarias las conocía (obviamente, sabía de la sirena chilota, aunque te faltaron un par de datos de ella), pero otras no, y siempre se agradece conocer más.
    Creo que realmente tienes una gran fascinación con las sirenas, o al menos es la impresión que me llevé desde que leí esa historia que escribiste hace tiempo. No te culpo, mucha gente tiene sus criaturas mitológicas favoritas, y yo no soy la excepción.
    Por último, recuerdo que un caso de Detective Conan se centraba en la creencia en las ningyo; de ahí venían todos los eventos posteriores. En cuanto a mitología, los sumpall (o sumpalwe) del folclor mapuche podrían resultarte de interés.
    Saludos.

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    1. ¡Gracias por pasarte por aquí!
      Sé que me faltaron datos sobre la sirena chilota, pero por espacio no quise incluir más. Igual pude ahondar más en Mami Wata, la Tlanchana o la película Splash.
      Y acá ente nosotros, las sirenas son mis seres mitológicos preferidos. Por algo hice este trabajo en la universidad hace unos años.
      Y bueno, gracias por ampliar la entrada. Ya investigaré sobre los sumpall.

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