¿De dónde vienen las sirenas?
La mitología griega es basta, quizá
demasiado, y entre todas esas historias de héroes luchando contra monstruos y
dioses con prácticas sexuales muy… cuestionables, tenemos a unas criaturas que
a la fecha son muy populares y ya forman parte de la cultura popular: las
sirenas. Sin embargo, estas criaturas no tenían el aspecto que hoy en día
predomina en la memoria colectiva.
Odiseo ante las sirenas |
Antes de continuar, debemos aclarar un detalle: los griegos no tenían una versión fija de sus mitos. Si bien todos estaban de acuerdo con los nombres de dioses, héroes y demás seres, las historias de estos eran variadas. Ni siquiera los árboles genealógicos eran algo establecido. Así que cada autor podía narrar los sucesos a su manera, es por esto que los autores trágicos bien podían retomar un mismo episodio mitológico y mostrarlo a su manera.
Pero entonces, ¿cómo eran las sirenas?
Para saber esto tenemos que remontarnos al año 412 antes de Cristo. Uno de los
tres grandes trágicos griegos, Eurípides, en su obra Helena les tiene
asociadas con Perséfone (esto es importante) y son descritas como seres alados.
Así es, las sirenas no siempre fueron esas simpáticas y atractivas mujeres con
cola de pez. En sus orígenes eran criaturas con aspecto de ave y rostro de
mujer. ¿Y que tienen que ver con Perséfone? Bueno, como ya establecimos, los
griegos no tenían una versión definitiva de su mitología. Entre las variantes
del mito, se dice que las sirenas eran compañeras de Perséfone y le acompañaban
al momento de su rapto realizado por Hades. Aquí existen dos variantes, por un
lado se menciona que ellas pidieron ser transformadas en aves para buscar a
Perséfone y por el otro se cree que fue Deméter quien las transformó a modo de
castigo. ¿Y cómo terminaron atrapadas en una isla en medio de la nada? Fácil,
porque después de ese asunto con Hades, las sirenas tuvieron la gran idea de
retar a las Musas a un concurso de canto y perdieron, siendo desterradas a dicha
isla.
Entonces, ¿por qué cola de pescado?
Por un error de traducción. Esa es la
respuesta corta. Si quieres saber más, sigue leyendo.
La caída del Imperio Romano trajo consigo
muchos cambios al mundo, siendo el primero de estos la Edad Media, una época
que además de ser dominada por el pensamiento cristiano y los abusos de los señores
feudales, propició el surgimiento de muchos reinos que con el paso de los años
se volvieron los países que actualmente conocemos y el origen de las lenguas romances
que, por si no lo sabes, son todas aquellas lenguas que derivan del latín.
Las primas lejanas (y muy lejanas) de las sirenas.
Algo muy común cuando se comparan diferentes mitologías o relatos religiosos, es que se encuentran similitudes entre estos aunque tengan diferentes orígenes geográficos. ¿Tú crees que solo la Biblia habla sobre una diluvio que arrasó con el mundo? Pues no. Dicho diluvio también aparece en la mitología griega tras el robo del fuego realizado por Prometeo, o en los mitos mexicas que indican como una de las edades de los hombres terminó con un diluvio. Y así se encuentras muchos relatos con un episodio similar. Pues bien, con las sirenas pasa una cosa parecida, aunque no todas son unas mujeres peligrosas que solo buscan manipular a los incautos para llevarlos a su muerte.
Tenemos a la llamada ceasg, una sirena proveniente del folclore escoces. Estas poseen una cola de salmón y aunque tenían fama de mentirosas, se decía que si un pescador lograba capturar a una, esta podría concederle tres deseos, o bien, el matrimonio también era posible y además de obtener grandes fortunas, la ceasg siempre protegería a sus descendientes humanos una vez que regresara al mar.
Merrow dibujada por Genzoman |
Las merrow son sirenas provenientes de Irlanda, con el detalle de que en esta especie existen tanto hembras como machos, con diferencias muy marcadas. Ellas son descritas con largos cabellos verdes, ojos verdes o azules y una capa roja con la cual pueden atravesar las corrientes marinas. Los machos, en cambio, vendrían a ser más bien feos con brazos cortos, una nariz larga y roja, ojos pequeños y dientes verdes. Ah, y también tienen su cápita roja. Estos seres, a diferencia de sus primas griegas, eran amables y amistosos con los humanos.
En cambio, los nórdicos tienen a Margygr,
una especie de sirena malvada con un aspecto más parecido al de un monstruo con
orejas parecidas a cuernos, boca grande y unos manos toscas con dedos
palmeados. Y para sirenas poco atractivas, tenemos a las ningyo de
origen japones. ¿Por qué digo eso? Porque básicamente son peces pero con rostro
de mujer, aunque a diferencia de la Margygr, estas son amables y te advierten
de los peligros en tu viaje. Y si te comes a una ningyo, se te otorgará la
juventud eterna.La ningyo japonesa
Mami Wata |
La Sirena Chilota |
En Latinoamérica tenemos a la sirena chilota perteneciente a la mitología de Chiloé, propia del sur de Chile. Según su leyenda, tiene la tarea de cuidar a los peces y junto a sus hermanos Pincoya y Pincoy lleva los cuerpos de las personas ahogadas hacia el Caleuche, un barco fantasma. En México se tiene a la Tlanchana, una reina mitad mujer y mitad serpiente marina que gobernaba el Valle Matlazinca muchos años antes de la llegada de los aztecas. Solo que su carácter era algo inestable, lo mismo estaba de buen humor para permitir a los hombres una buena pesca o se obsesionaba con algún que, de rechazar su amor, lo enredaba con su cola y lo ahogaba en el lago. Y para todos aquellos que están muy enojados con Disney por la próxima película de La sirenita, también existe una deidad acuática africana llamada Mami Wata. El asunto con ella es que, como los griegos, su apariencia y atributos parecen variar según quien o donde se le rinda culto; entonces Mami Wata tanto tiene forma humana, como puede ser una mujer con la mitad inferior de pez o de serpiente, o manifestarse de la manera en que le dé la gana.
Sirenas y otras historias (de como cada autor las presenta como quiere).
Si hay algo que caracteriza a la práctica creativa, es que cada autor o artista le imprime su propia identidad a algo ya conocido. Supongamos que cinco pintores quieren hacer un cuadro de Odiseo enfrentando a las sirenas. Cada uno lo hará a su técnica y estilo. O bien, que sean cinco escritores quienes deben reimaginar dicho episodio; pasaría lo mismo y cada quien lo narraría a su manera. Esta es una práctica habitual en las artes, se toma algún concepto, algún personaje, una historia completa o un episodio de esta y se manifiesta según el contexto social o gustos personales del autor o autora. Pero bueno, veamos algunos ejemplos de cómo las sirenas pasaron de ser malvadas mujeres devorahombres con cuerpos de aves a las doncellas marinas con cola de pescado con personalidades muy variadas.
Melusina en el logo de Starbucks |
La popular adaptación de Disney |
Me atrevo a decir que el cuento de
Andersen es la historia sobre sirenas más popular y reconocido en el mundo,
mucho más que el célebre episodio de La Odisea. Lo que no tengo claro es
si esa fama se debe al cuento en si o es gracias a la película de Disney de
1989. Estoy casi seguro que así es. Aunque claro, esta no es la única
adaptación a película, existen varias versiones cinematográficas, como una animación
japonesa de 1975 y otras tantas versiones que para bien o para mal, no son tan
populares como la cinta animada de Ariel. Si hasta Ghibli hizo su propia película
basada (de manera muy vaga) en este cuento, la cual llamó Ponyo y el secreto
de las sirenas.
Splash Woman de Mega Man 9 |
Sirenas para todos los gustos.
Como podemos ver, no existe una manera
correcta de representar a las sirenas, en primer lugar tenemos que su aspecto no
siempre fue el mismo y cambió en un punto de la historia. Ahora, que existan
estos cambios tanto de su físico como del comportamiento no son malos. Ya esto
depende de artista que decide si añade u omite características. ¿Es valido
esto? Pues sí, ya sea el mito griego o los relatos de los marineros, el mismo
cuento de Andersen o la sola descripción del bestiario, toda obra puede tomar a
estos personas y adaptarles a los tiempos de cada autor o sus propios
intereses. Esto es algo que en vez de quitarle valor nos permite conservar un
relato o algún personaje con mayor facilidad por mucho más tiempo, además, esta variedad
permite que puedas encontrar la representación que te guste más. Y si conoces alguna sirena más que no mencioné, me gustaría que comentaras sobre ella.
Bibliografía.
Homero, La Odisea. Porrúa. México, 29a
ed., 2007.
García Gual, Carlos, Diccionario de mitos.
Siglo XX de España, Barcelona, 2a ed., 2004.
Julien, Nadia, Enciclopedia de los mitos
(trad. José Antonio Bravo). Océano, México, 1997.
Grimal, Pierre. Diccionario de mitología
griega y romana (trad. Francisco Payarols). Paidos, Barcelona, 7ª ri., 1994.
Izzi, Massimo. Diccionario ilustrado de
los monstruos, ángeles, diablos, ogros, dragones, sirenas y otras criaturas del
imaginario. Alejandría, España, 1996.
Conway, D.J.,
Magickal mermaids and water creatures: invoke the magick of the waters. Carrer Press,
2005.
Fue una entrada bastante interesante. Muchas de las variantes mitológicas y literarias las conocía (obviamente, sabía de la sirena chilota, aunque te faltaron un par de datos de ella), pero otras no, y siempre se agradece conocer más.
ResponderBorrarCreo que realmente tienes una gran fascinación con las sirenas, o al menos es la impresión que me llevé desde que leí esa historia que escribiste hace tiempo. No te culpo, mucha gente tiene sus criaturas mitológicas favoritas, y yo no soy la excepción.
Por último, recuerdo que un caso de Detective Conan se centraba en la creencia en las ningyo; de ahí venían todos los eventos posteriores. En cuanto a mitología, los sumpall (o sumpalwe) del folclor mapuche podrían resultarte de interés.
Saludos.
¡Gracias por pasarte por aquí!
BorrarSé que me faltaron datos sobre la sirena chilota, pero por espacio no quise incluir más. Igual pude ahondar más en Mami Wata, la Tlanchana o la película Splash.
Y acá ente nosotros, las sirenas son mis seres mitológicos preferidos. Por algo hice este trabajo en la universidad hace unos años.
Y bueno, gracias por ampliar la entrada. Ya investigaré sobre los sumpall.