domingo, 14 de julio de 2024

No solo de sufrimiento se desarrolla al personaje

Hace unos meses se volvió muy recurrente un meme respecto al desarrollo de personaje. Básicamente, todos llaman “desarrollo de personaje” al hecho de que un protagonista sufra una y otra vez a lo largo de la historia. Lo he visto aplicado principalmente en dos mangas: Chainsaw man y Jujutsu Kaisen. En ambos casos sus protagonistas han sido apaleados por la vida, sufriendo las pérdidas de sus seres queridos o luchando contra su propio entorno que siempre se torna hostil. Por supuesto y como era de esperar, internet empezó a utilizar dicho termino para referirse al sufrimiento de los personajes.


Y aun sabiendo que es un meme y que la mayoría de quienes lo usan no son autores… igual me pareció que era buena idea hablar un poco sobre el tema y de paso darle un poco de variedad al blog. También debemos aclarar que no usaré los mangas antes mencionados para dar ejemplos por un buen motivo: lo que se de ambas historias es gracias a spoilers, memes y lo que me han contado. Dicho esto, empecemos a definir algunos conceptos.

 

Personajes planos y redondos

Lo primero que debemos aclarar es la distinción entre ambos tipos de personajes. Clasificaciones podemos encontrar muchas, pero la que nos importa en este momento es la que se da a partir del desarrollo que pueden recibir a lo largo de la trama. Bajo este criterio, los personajes se dividen en planos y redondos, cuya diferencia es bastante sencilla.

 

Entendamos por personaje redondo aquel que experimenta una transformación a lo largo de la historia, al inicio lo conocemos de una manera y con el paso de los sucesos en la trama experimenta cambios en su personalidad. Esto es lo que podemos llamar desarrollo de personaje. En cambio, un personaje plano es aquel que nunca cambia, su comportamiento es el mismo y hasta se vuelve predecible en su actuar.

 

Tomemos como ejemplo a los personajes de Demon Slayer. Tanjiro, Zenitsu, Inosuke y Kanao vendrían a ser personajes redondos porque a lo largo de la historia experimentan algún cambio en su personalidad tras sus vivencias, aunque creo que esto es más notorio en Kanao.  En cambio, Muzan, el jefe Kagaya Ubuyashiki y la mayoría de los pilares vendrían a ser personajes planos, pues así como se comportan al principio siguen igual hasta el final. ¿Y esto les hace malos personajes? No necesariamente, puesto que la historia no gira entorno a ellos aunque sean importantes para el desarrollo de esta. Estos personajes ya han pasado por sus propias experiencias que las han formado la personalidad que tienen cuando les conocemos.

 

Ahora pongo un ejemplo con una de las novelas que hemos comentado: Delilah Green pasa de todo. Los personajes planos serían Iris y Spencer, ambos se comportan de la misma manera desde un principio hasta el final. Esto está bien, porque como ya mencionamos, ellos no son los personajes principales de la novela y aunque tengan cierta relevancia en la trama, lo que sabemos de ambos es poco. En cambio, tanto Delilah como Claire experimentan un cambio que si bien es leve, viene a cambiarles la vida. La primera actuando de manera más responsable al final y afrontando las dificultades en vez de huir como ha hecho toda su vida y la segunda dejando de ser una madre tan estricta a la par de comprender que no debe renunciar a su persona en favor de alguien más.

 

Aunque esto parece claro, hay que hacer una pequeña aclaración: el que un personaje experimente cambios en repetidas ocasiones, no le hace un personaje “más” redondo, al contrario, se vuelve un personaje plano. ¿Por qué? Por el simple hecho de que esos cambios en su actitud se vuelven lo esperado. Además que a nivel de la narración, el abuso de estos sucesos terminará por volver repetitiva nuestra historia.

 

Y antes de pasar al siguiente punto, queda otra aclaración. El cambio que se de en un personaje no siempre es que este se vuelva mejor, aunque es lo más usual. En Bocchi the Rock! aunque lento, vemos como la protagonista Hitori va superando pequeños obstáculos que le ayudan a superar su ansiedad social. Un ejemplo más evidente es Vegeta de Dragon Ball, quien inicia como un villano egoísta que solo busca poder y la inmortalidad pero se vuelve uno de los defensores de la Tierra, preocupado por su familia y a tener una rivalidad con Goku que resulta beneficiosa para ambos. Estos son desarrollos positivos, pero también están los negativos. Anakin Skywalker inicia como un jedi entregado a proteger a la Republica, pero al verse influido por Darth Sidious se vuelve un guerrero despiadado que se pasa al lado oscuro de la Fuerza. Otro caso es Hakuryuu Ren del manga Magi. En un principio es un chico amable y atento que si bien guarda rencor dentro de sí, también es inseguro y se siente débil al compararse con las personas que le rodean; pero con el paso de las batallas, se torna un personaje más hostil y dispuesto a todo con tal de conseguir su objetivo.

 

¿Solo sufrir? Desarrollo de personaje

Como ya dijimos, pero no está de más repetir, el desarrollo de personaje es aquel proceso por el cual un personaje (valga la redundancia) pasa de su personalidad inicial a una nueva, ya sea al eliminar o agregar algunas características suyas. Esto provoca que tengamos personajes interesantes y creíbles dentro de una obra, dígase novela, película, comic, manga y hasta videojuego. Para lograrlo hay muchas maneras, aunque el “meme” nos hace creer que la única opción que se tiene es mediante el sufrimiento, pero no cualquier clase de sufrimiento, sino aquel que proviene de la muerte de los seres queridos del personaje en cuestión.

 

Es cierto que un personaje se desarrolla según sus experiencias, al igual que lo hace una persona real, pero ¿deben ser todas estas malas? ¿Es necesario que siempre se deba experimentar alguna pérdida o una paliza? La respuesta es no, aunque claro, todo cambio que nuestro personaje experimente vendrá un fuerte impacto para su personalidad y su manera de percibir el mundo. Uno de mis videojuegos favoritos, Final Fantasy IX, está lleno de personajes que tienen una concepción de la existencia solida pero a lo largo de su travesía notan que las cosas a les rodean no son tan rígidas como lo pensaban. El caballero Steiner me parece adecuado para este tema. Él se presenta como un noble y estricto guerrero fiel a la corona de Alexandria, a la reina Brahne y la princesa Garnet. En un principio, Steiner tiene solo un propósito: volver con Garnet a Alexandria, lo que provoca constantes enfrentamientos con Zidane, el protagonista del juego, y con la misma princesa, aunque siempre se mantiene fiel y obediente a ella. Conforme pasan los sucesos, Steiner comienza a cuestionarse su obediencia ciega a la corona. El suceso que hace cambiar a Steiner no es la perdida de algún amigo o familiar, sino el darse cuenta que el reina a la que servía no era la persona que él pensaba.

 

El desarrollo de personaje no solo se puede referir a los cambios que nuestros protagonistas tienen en sus personalidades. También cuenta un cambio en sus objetivos o en la manera en que interactúan con otros. El ya mencionado Steiner inicia como un caballero cuya única preocupación es llevar a la princesa Garnet de vuelta al palacio y que no puede hablar con Zidane. Por supuesto, su carácter irritable y estricto se mantiene, pero de ser un protector estricto con la princesa, se vuelve un cómplice y apoyo para ella, se torna amistoso con el resto del grupo incluso ayudando a Zidane cuando este se encuentra en su punto más vulnerable.

 

Pero creo que podemos ser más específicos en este punto sobre el cambio de objetivos. Y aunque a algunos podrá gustarles o no, creo que un manga que ha hecho bien este desarrollo de personaje es WataMote. La historia de Tomoko Kuroki, una chica impopular que pasa su primer año buscando la manera de darse a notar, siempre con resultados negativos y en ocasiones hasta humillantes. Al final de su primer año, como vimos en el anime, ella decide que ya no buscará esa popularidad que tanto quería cuando entró a la preparatoria, pero sus comportamientos siguen siendo los mismos. No es hasta que su tutora le hace convivir con otras chicas que Tomoko experimenta un cambio gradual en su personalidad, pero dejándonos ver de vez en cuando a esa Tomoko pervertida que conocimos al principio de la historia. Pero entonces, ¿Tomoko sufrió? Sí, de eso no hay duda. El detalle está en que por el tipo de historia, ella no pierde de manera trágica a un familiar o a su única amiga; sin embargo, los sucesos que realmente le hacen desarrollarse como persona no son sus momentos de humillación. Es hasta que comienza a interactuar con otras chicas cuando su personalidad cambia poco a poco, a tal punto que hasta la visión de su futuro se modifica.

 

Guste más o guste menos, esta acción de la profesora viene no solo a hacer un cambio en Tomoko, también en toda la narrativa del mismo manga. Las acciones de Tomoko toman un rumbo distinto y en vez de buscar la popularidad con resultados humillantes, pasa a tener relaciones amistosas con otras chicas, aprendiendo a tratarlas, influenciando en ellas y, poco a poco, perdiendo esa ansiedad social que terminaba por envolverla en situaciones tan cómicas como incomodas. Lo mejor de esto, es que no solo vemos a Tomoko desarrollarse, también lo hace su historia y obtenemos así un nuevo abanico de situaciones.

 

Y por último, solo queda hablar de los ya mencionados personajes de Demon Slayer que nos sirve para referirnos a otro aspecto. De los cuatro antes mencionados, en dos es muy evidente y lo vemos como un cambio paulatino a lo largo de la historia. Me refiero a los casos de Kanao e Inosuke. En Tanjiro y Zenitsu también hay un desarrollo, eso no podemos negarlo, pero son opuestos a los otros dos. Me explico: el suceso que desata el cambio en la vida de Tanjiro y con esto toda la historia de Demon Slayer, es el asesinato de su familia y la transformación de Nezuko en demonio. Pero esto no es lo que propicia el desarrollo de Tanjiro como personaje. El suceso que realmente lo provoca es su encuentro con Tomioka y posteriormente con Urokodaki, porque hasta ese momento su carácter se endurece y se vuelve más decidido, algo necesario para enfrentarse a los demonios. El detalle es que esto ocurre muy pronto en el manga y tal vez por eso no logramos verlo, pero no por eso está mal. Si bien Tanjiro pasa por una tragedia, lo que realmente provoca su cambio es lo que ocurre después de este suceso.

 

Zenitsu, por su parte, sí que necesita de la tragedia, pues aunque el convivir con Tanjiro e Inosuke propicia un poco su cambio, no es hasta que recibe la carta en la cual se le informa sobre la muerte de su maestro que podemos ver una verdadera evolución en él. Sin embargo, a la contra de Tanjiro, eso ocurre hacia el final de la historia y de manera muy rápida. De maneras más lentas y no provenientes de un hecho trágico, están los casos de Kanao e Inosuke. En Kanao el desarrollo es evidente, puesto que pasa de ser inexpresiva e incapaz de tomar decisiones propias a experimentar y demostrar sus sentimientos a la vez que desarrolla su propio juicio, incluso llega a desafiar las ordenes de sus maestras y usar una técnica prohibida. Y esto ocurre gracias a convivir con Tanjiro. Similar es el caso de Inosuke, alguien que se crio solo en la montaña y sin gran contacto con las personas; si bien, aun se presenta como un escandaloso e impulsivo, incluso grosero, con el paso del tiempo y gracias a que comienza a convivir con otros, Inosuke cambia, encariñándose con Tanjiro, con Zenitsu, con Shinobu, a quienes ve como personas importantes y gracias a esto desarrolla nuevos sentimientos, los cuales ni sabía que podía desarrollar.

 

Lo anterior es solo para demostrar que no existe un momento exacto para que ocurran los sucesos que propicien el desarrollo de un personaje o que este deba reflejarse de inmediato. Porque la gente no cambia de un día para otro, sino que lo hace de manera paulatina. Por supuesto, el ritmo ya dependerá de su autor y del medio utilizado, un videojuego o una película no se tomaran el mismo tiempo que una novela de un solo tomo y, a su vez, una saga literaria o una serie de comic lo harán a su manera. Mientras mayor sea la extensión de la obra, los desarrollos tienden a ser más lentos.

 

Y con esto concluimos por hoy. Dejamos en claro que el desarrollo de personaje no solo se da mediante el sufrimiento, también el lado amable de la vida puede propiciarlo. El cómo se hace, en qué momento y cómo se demuestra es algo que depende mucho del tipo de historia que presentamos y lo que nos parece más conveniente. Sin más, nos leemos en la siguiente entrada.

domingo, 16 de junio de 2024

Cacería de historias: Cuatro estaciones en Japón

El año pasado mi libro favorito fue El gato y la ciudad, novela de Nick Bradley escrita a modo de relatos que muestra diferentes aspectos de la vida en Tokio y de la cual ya hemos hablado antes. Si aun no conoces dicha obra, puedes leer la reseña que se encuentra en este blog, o mejor aún, leer la novela ya que es una propuesta muy interesante y entretenida. Este año, fue publicada en español la segunda novela de este autor con el título Cuatro estaciones en Japón y como no podía ser de otra manera, Bradley vuelve a ofrecernos una experiencia muy especial.

 

De Nick Bradley no hay mucho que agregar, salvo que ya no tengo clara su nacionalidad. Es un autor que nació en Alemania pero creció y actualmente vive en Inglaterra. Pasó varios años viviendo en Japón donde trabajó como profesor, fotógrafo y traductor, experiencias que sin duda han servido para la realización de sus dos novelas. También tiene una maestría y un doctorado en escritura creativa, obteniendo este último grado con un estudio sobre la figura del gato en la literatura japonesa. Conociendo este detalle, no es de extrañar que los gatos sean importantes en sus novelas.

 


El primer detalle que salta a la vista es que tiene continuidad con la primera novela sin tratarse de una secuela, o al menos no en su totalidad. Cuatro estaciones en Japón tiene como a una de sus protagonistas a Flo Dunthorpe, la traductora que aparece en El gato y la ciudad. Del libro anterior le acompañan como personajes recurrentes Kyoko y Makoto, que siguen como pareja y se han vuelto buenos amigos de Flo. El segundo detalle que tiene esta obra es que se trata de una novela dentro de otra novela: en principio está la historia de Flo, pero las cosas cambian cuando en el tren de regreso a casa se encuentra con una novela, misma que leeremos junto a la traductora.

 

El año de Flo

 

La novela comienza con Flo en un izakaya de Shinjuku con sus amigos Kyoko y Makoto. Por si no lo saben, un izakaya es un restaurante-bar japones tradicional. La pareja comienza a hablar con Flo porque la han notado desanimada en días recientes, a lo que ella comenta que no se trata de nada importante aunque en verdad está pasando por un momento difícil del cual no puede hablarles con libertad, por lo que termina comentando solo una de sus frustraciones. Tras publicar la traducción de los cuentos de Nishi Furuni, la misma en la que trabajaba en el libro anterior, no ha encontrado un proyecto que le apasione por más propuestas que tenga. Makoto dice entenderla y desde su perspectiva nota que Flo ha cumplido con su más grande como traductora, por eso ahora no tiene otro sueño que cumplir.

 

Las palabras de Makoto no están del todo equivocadas, pero hay otros asuntos que la tienen frustrada. En primera, se encuentra una reseña negativa que criticaba tanto la obra del autor que tanto le gustaba como su trabajo de traducción en el cual puso tanto empeño y aun sabiendo que eso podía pasar, no puede evitar que le afecte. El segundo problema lo tiene con Yuki, su novia de hace un par de años con quien pasa un momento difícil porque a ella se le ha ofrecido un trabajo en Nueva York, algo que a Flo no le emociona. Pero esto es algo que no puede compartir, pues no le ha contado a sus amigos que a ella le atraen las mujeres.

 

Mientras Flo pasa por todos esto problemas en soledad, ya que le cuesta compartir sus preocupaciones y sentimientos, encuentra en el tren un libro abandonado llamado “El ruido del agua” escrito por un tal Hibiki. Por curiosidad comienza a leerlo y su gusto por el libro es tal que se decide a traducirlo mientras lidia con su propia frustración, su ruptura y una constante sensación de que tal vez no debería seguir en Tokio.

 


El ruido del agua

 

La novela empieza con Tabata Ayako y en su primera oración se nos dice que es una mujer a la cual no le gusta alterar su rutina diaria. Lleva una vida tranquila en la ciudad de Onomichi donde es dueña de una cafetería llamada Campamento Base. Entre los locales es conocida por su carácter estricto y feroz, pero también por ser amable y ayudar a cuanta persona lo necesite. Tras esta introducción, nos enteramos que ella se encuentra nerviosa porque pronto tendrá un nuevo inquilino en casa, pero al ser una mujer tan implacable, no se permite demostrar sus inseguridades ante nadie. Junto a ella conocemos a otros personajes que serán recurrentes en la trama: Sato, cliente regular de la cafetería y dueño de una tienda de discos, y el joven matrimonio de Jun y Emi quienes trabajan en la remodelación de una casa para volverla un hostal.

 

Por la tarde, Ayako cierra su cafetería para realizar su rutinaria caminata que le lleva al Templo de las Mil Luces, en la cima de una montaña, para después bajar al conocido callejón de los gatos. Ahí alimenta gustosa a los mínimos con atún y cangrejo, además conocemos al personaje felino de esta obra: un gato negro con un solo ojo llamado Coltrane. Por supuesto, no podía faltar un gato en una novela de Bradley y como nos podemos imaginar, será importante en la trama más adelante.

 

En la estación de trenes de Tokio conocemos a nuestro otro protagonista, un joven de 19 años llamado Kyo, el nieto de Ayako. Espera junto a su madre la llegada del tren que lo llevara hasta Onomichi, pues él es ese inquilino que vivirá con Ayako. Pero en verdad no quiere dejar Tokio, le gustaría quedarse en la ciudad y continuar su vida cerca de sus amigos. ¿Y a que va a Onomichi? En ese pueblo existe una escuela de repaso a la que fue inscrito y es que Kyo se enfrenta a la difícil situación de haber suspendido los exámenes de ingreso a la facultad de medicina. Entre su madre y abuela llegan al acuerdo de cambiar la rutina del joven con la esperanza de que esto resulte benéfico para él.

 

Mientras esperan el tren, la madre de Kyo recibe un llamado de emergencia. Debe presentarse de inmediato en la clínica donde trabaja, por lo que deja a su hijo solo en la estación. Kyo promete subirse al tren adecuado pero en verdad planea subirse a otro que lo lleve a Osaka, pasar la noche ahí y luego llegar a Onomichi. Ya de camino a Osaka ocurren dos cosas muy importantes: Kyo conoce a Ayumi, una chica amante de la literatura que se vuelve su compañera durante este viaje improvisado y posteriormente será su interés amoroso. A nosotros se nos revela que nuestro protagonista tiene talento como dibujante.

 

El paseo por Osaka iba bien hasta que Ayumi lleva a Kyo a un bar, donde tras beber unas cervezas a nuestro protagonista lo vence su mentalidad derrotista y huye, ahora rumbo a Onomichi. Como era de esperar, la convivencia entre Ayako y Kyo comienza de la peor manera posible y lo primero que el muchacho conoce es el lado más estricto y duro de su abuela.

 

Cuatro estaciones en Japón

 

De esta manera dan inicio ambas novelas, protagonizadas por personajes llenos de dudas, inseguridades y con la creencia de haber perdido el camino. Como ya se dijo antes, la trama de Flo se centra en dos asuntos. Primero está la manera en que lidia con sus problemas personales: tiene la sensación de ya no pertenecer a Japón, pero tampoco siente que deba volver a Estados Unidos; tiene reciente la ruptura con su novia con quien llevaba un par de años y el problema de siempre encerrarse en si misma para no compartir sus sentimientos. El segundo tema con Flo es sobre la misma traducción y la manera en que un comentario negativo le ha hecho dudar de sus capacidades; no solo somos testigos de cómo Flo lidia con sus demonios personales, también la manera en que se enfrenta a una ardua labor de que conlleva elegir las palabras correctas para que una novela se entienda, la presión de su editor y la búsqueda del misterioso Hibiki, autor de “El ruido del agua”.

 

La relación que nuestra protagonista tiene con la novela “El ruido del agua” no se queda en solo el proceso de traducción, que bien es una parte importante de su trama. También podemos ver como el personaje de Ayako llega a influir en la vida de Flo y la manera en que algunas de las lecciones que le da Kyo terminan por hacer eco en la traductora. Cuatro estaciones en Japón es en un caso de metaficción, algo que se da cuando una obra hace referencia a otra obra que se encuentra dentro de la primera. O para ponerlo de otra manera, es una novela dentro de otra novela, con una relación que tanto nos habla de la manera en que se trabaja con una traducción con todas las complicaciones que lleva tal tarea, como la manera en que dicha novela influye en la realidad de Flo.

 

Kyo, en este caso, se vuelve ese personaje con el cual Flo puede identificarse y gracias al cual el contenido de la novela interna hace eco en ella. Si bien el muchacho tiene sus propios problemas, comparte con la protagonista esa necesidad de pertenencia, aunque este es solo uno de sus problemas. De la relación entre Ayako y su nieto se desprenden muchas preocupaciones así como situaciones familiares delicadas. Se exploran, entre algunos temas, la pérdida de un familiar, el abandono de los padres, la rebeldía juvenil y las dudas que surgen ante la elección de una carrera profesional. Y aunque parezca que solo Kyo pueden aprender de sus mayores, la misma Ayako aun con toda su experiencia, descubre que su concepción de la vida puede cambiar y aun no lo sabe todo.

 


Cuatro estaciones en Japón
, aunque sea menos experimental que El gato y la ciudad, no deja de ser toda una experiencia que apela a nuestros sentidos pero, aún más, a nuestras experiencias. Si en la primera novela de Bradley teníamos una colección de relatos que se relacionaban y debíamos encontrar la historia que entre todos estos se construye, aquí estamos ante dos historias bien definidas y lineales que interactúan la una con la otra mientras se exploran situaciones por las cuales hemos pasado o enfrentamos actualmente, lo que permite una identificación con sus personajes y vuelve a esta novela una experiencia que vale la pena darle una oportunidad.

No solo de sufrimiento se desarrolla al personaje

Hace unos meses se volvió muy recurrente un meme respecto al desarrollo de personaje. Básicamente, todos llaman “desarrollo de personaje” al...